Un sacerdote va a visitar un enfermo. Toca la puerta, pero como no le abren, toma su tarjeta, escribe en ella: "Apocalipsis: 3, 20", y la pega en la puera.
Días después, al contar la colecta, el Padre encuentra en ella su tarjeta. Junto a su cita está escrita otra: "Génesis: 3, 10".
El sacerdote descrubre el buen sentido de su feligrés. Apocalipsis: 3, 20: "Estoy a la puerta y llamo; si alguno me abre, entraré en su casa". Génesis 3, 10: "Te oí andar, tuve miedo; estoy desnudo, por eso me escondí".
Tomado de la revista Selecciones de septiembre.
3 comentarios:
Jajaja... está bueno
Que pena con la foto, o sea yo viendo a no se qué o que onda... jajaja...
La oración es un extasis, es decir, te hace salir de tí mismo, te leja del mundo, sin salir del mundo.
Quizás y era eso, no?
Saludos, y buen fin !!!
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